Arquetipos

07.04.2015 00:00

Por I:.P:.H:. Juana Aguilar Molina 33° MA

La pregunta  existencial que es una constante en nuestras vidas desde que tomamos conciencia es: ¿Quién soy en realidad? No nacemos sabiendo quiénes somos o por qué  somos como somos. Para alcanzar ese conocimiento hemos de realizar una búsqueda incesante, que puede llegar a ser ingrata, porque no siempre encontraremos nuestra luz, sino nuestras partes oscuras o sin pulir. Es en ese punto donde la curiosidad es positiva si la dirigimos a nosotros mismos. ¿Quién soy? ¿Cómo puedo sentirme más realizada? ¿Qué propósito tiene mi vida?. Estas no son preguntas usuales, ni encuentran respuesta encontrando el trabajo adecuado o la pareja perfecta. Son las llamadas que vienen  desde lo más profundo de nuestro Ser para que descubramos nuestro verdadero Yo, ese Yo que anhela ser aceptado sin dudas sin temores.

 

La escritora Carolyne Miss quien se define a sí misma como Médica Intuitiva, actividad a la que se dedica desde 1992 plantea su teoría de arquetipos de personalidad que compartimos a través del Inconsciente colectivo. Según su teoría yacen en nuestro interior  estos arquetipos con su luz que son la parte positiva y con su sombra que es donde aparecen nuestras limitaciones y miedos. Para hacer más cercano el símbolo, los arquetipos vendrían a ser las historias de personajes que la humanidad lleva contándose a sí misma desde  hace  muchos  años, desde sus inicios. Personajes representativos de funciones fundamentales para la comunidad humana, con sus grandezas y sus mediocridades, que han ido quedándose en el  pozo del subconsciente colectivo, donde están todas las historias,  y algunos de los cuales cada uno de nosotros  encarna en mayor o menor medida.

 

El arquetipo de la madre, del niño, del guerrero, de la dama en apuros aparecen en los cuentos y leyendas y mitos, y también en nuestra propia vida, en el día a día, dándonos la oportunidad de responder a la pregunta que nos platea una situación y que podemos contestar desde nuestra luz que vendrían siendo nuestras fortalezas o valores o desde nuestra oscuridad que  serian nuestros miedos y limitaciones.

Carolyne Miss nos plantea diez mitos colectivos que vendrían a ser nuestros viajes vitales y son:

Defensora de causas: ser una agente consciente para el cambio socio ambiental positivo.

Artista: cultivar la imaginación y explorar nuevas formas de expresión creativa.

Atleta. Experimentar la vida a través del poder y la energía del cuerpo físico.

Cuidadora: cuidar de los otros en formas en que son incapaces de cuidar de sí mismos.

Fashionista o apasionada de la moda: Conseguir una vida que no se base en la apariencia sino en el auto-empoderamiento.

Intelectual. Perseguir el conocimiento por el conocimiento y descubrir la verdad en todas sus formas.

Reyna o ejecutiva. Aprender cómo ser responsable del bienestar de otros.

Rebelde. Romper las barreras que restringen las libertades fundamentales del espíritu humano.

Visionaria: traer el futuro al presente.

Buscadora espiritual: llegar a ser un Ser espiritualmente congruente.

Nuestros arquetipos  se ven reflejados en todos los aspectos de nuestras vidas y, de esa manera también en nuestra misión. En qué es lo que nos hace vibrar y apasionarnos y a  que queremos dedicarle tiempo y energía. Nos hablan de la historia que hemos decidido vivir. También en los cuentos encontramos arquetipos. Uno de ellos es el de “Cenicienta”, que nos enseña a ser valientes y bondadosas en su luz, ya que si nos quedamos en la  sombra nos resignaríamos a la condición que se nos presente como reto.

El viaje interno de autoconocimiento implica asumir la responsabilidad del arquetipo que nos representa y a través del cual buscamos manifestarnos y trascender. Mirar cara a cara en el espejo y saber quién Soy, y para que estoy aquí.