Manifiesto 2017

20.06.2017 00:00

S :. E :. P:.

Supremo Consejo de Soberanas Grandes Inspectoras Generales del 33° y Último Grado del Rito Escocés, Antiguo y Aceptado para la jurisdicción Masónica de los Estados Unidos Mexicanos

Muy Poderosa Soberana Gran Comendadora, Ilustre y Muy Poderosa Hermana Ana Laura Vila Martínez

Soberana Gran Inspectora General y Delegada Provincial para los Valles y Campamentos de la Ciudad de México, Ilustre y Poderosa Hermana Blanca Margarita García Tablada

Soberanas Grandes Inspectora Generales, Delegadas y Subdelegadas Provinciales

Soberanas Grandes Inspectora Generales

Sublimes Princesas del Real Secreto

Caballeros Kadosch

Caballeros Rosa Cruz

Maestras Secretas todas

 

En el marco del tercer Congreso masónico del Supremo Consejo de Soberanas Grandes Inspectoras Generales del 33° y Último Grado del Rito Escocés, Antiguo y Aceptado para la jurisdicción Masónica de los Estados Unidos Mexicanos, celebrado del 12 al 14 de mayo en la Cd. de México, con el tema: Claridad y congruencia, siendo iniciativa de la Muy Poderosa Soberana Gran Comendadora, Ilustre y Muy Poderosa Hermana Ana Laura Vila Martínez,  como producto de los trabajos realizados por los cuerpos capitulares que integran dicho Supremo consejo se manifiesta que:

Generar un alma o egregor del Supremo Consejo, con la finalidad de impulsar el empoderamiento de la mujer masona, y fortalecerlo a través de la práctica de la meditación,  es ser congruente con nuestras acciones. 

Pertenecer a la masonería implica ejercer un liderazgo, a través  de la conciencia, promoviendo la libertad de pensamiento y la igualdad de oportunidades. Los masones ven en cada semejante un hermano, un individuo con talentos y todos juntos trabajamos por la patria y el bien común, por ello es que impulsamos el progreso y la libertad, tareas importantes en la búsqueda de la satisfacción de las necesidades de los pueblos, porque ser Masón es ser Hombre y Mujer de cambios, de transformaciones, que se reinventa a cada paso y logra los objetivos que se propone. Por ello es que

reconocer el poder de transformación de la información de mi maestro secreto sobre todas las áreas que me constituyen, es desarrollar la salud física en armonía con las leyes de la naturaleza y buscar el perfeccionamiento de nuestro proceder, practicando de los valores que sustentan la filosofía masónica.

La lucha constante y la búsqueda de ese maestro secreto interno, debe ser a través de herramientas como la meditación, oración y acercamiento al conocimiento, dando como consecuencia el fortalecimiento de mi intelectualidad y el trazo de las rutas en el encuentro con el espíritu, que nos lleven al cambio de hábitos y actitudes, en una palabra elevando nuestro nivel de conciencia, practicando valores de sororidad, tolerancia, empatía y respeto, entre otros.

 

Este ejercicio esta conferido no sólo al desarrollo y perfeccionamiento de las cualidades morales propias de la conciencia humana generadoras de una civilización  armoniosa,   sino  a  su vez se está en busca del reconocimiento de los elementos que integran el proceso palingenésico, transformador de la dualidad que nos constituye, proceso que libera y genera un cuerpo de luz, a través de la iluminación, inmortalidad, resurrección y ascensión según la leyenda del tercer grado, ya que el trabajo reside en la conciencia y por consiguiente su expresión conductual.

El masón aprende la teoría de la emancipación de la humanidad esclavizada por los poderes civiles y religiosos; y su compromiso es la emancipación que traerá el aniquilamiento de todas las tiranías, la destrucción de todas las intolerancias, la desaparición de todos los fanatismos, tanto en el orden político como en el religioso, ya que el amor fraternal, la tolerancia civil, política y religiosa, constituye la triple base de la regeneración de la humanidad.

 

El masón debe tener presente uno de sus objetivos sociales más importantes, propagar las ideas progresistas que ha aprehendido en el ejercicio del filosofismo masónico para conseguir la libertad política, económica, social, religiosa y de conciencia del ser humano, a través de la educación y el ejemplo.

Así mismo debe tener el firme propósito de seguir superándose y estudiar para enseñar a sus semejantes, familia, comunidad, municipio, país y humanidad; ya que se concibe que nadie es esclavo, que  todos somos iguales, y esto contribuye a la paz mundial.

 

Derivado del análisis cuantitativo de miembros, logias, grandes logias y cuerpos filosóficos femeninos, el compromiso es crear estrategias que permitan que la masonería femenina se proyecte a nivel social, como una alternativa de desarrollo personal y perfeccionamiento de la humanidad, lo que permitirá que crezca cualitativa y cuantitativamente.